Historia LGBT en México

El estudio de la historia LGBT en México se puede dividir en tres periodos separados, coincidiendo con los tres principales periodos de la historia mexicana: precolombino, colonial y post-independencia, a pesar de que el rechazo a la homosexualidad forma un hilo conductor que cruza los tres períodos.

Sin embargo, se han utilizado leyes contra la inmoralidad pública o la indecencia para enjuiciar a las personas que las practiquen.

Estos relatos deben tomarse con precaución, puesto que la acusación de sodomía era empleada para justificar la conquista, al igual que otras acusaciones reales o inventadas, como los sacrificios humanos, el canibalismo o la idolatría.

A esa conclusión llegó el historiador Antonio de Herrera ya desde 1601.

Los berdaches, inicialmente considerados intersexuales por los conquistadores españoles, eran hombres que asumían funciones y comportamientos femeninos.

Se sabe de fiestas sexuales entre los mayas que incluían el sexo homosexual.

[3]​[6]​ La sociedad maya consideraba la homosexualidad preferible al sexo prematrimonial heterosexual, por lo que los nobles conseguían esclavos sexuales para sus hijos.

[3]​ Los mexicas o aztecas eran intolerantes con la homosexualidad, actividad que castigaban con la pena de muerte.

[3]​ Desde los primeros contactos de los españoles con los indígenas se planteó la equivalencia indio, caníbal y sodomita.

Les había dado instrucciones de sacrificar a sus semejantes, extraer sus corazones y ofrecer los corazones, así como la sangre tomada de la lengua, las orejas, las piernas y los brazos, todo para los ídolos».

[12]​ A partir de la mitad del siglo XVI aparecen los primeros cronistas que vivieron y trabajaron realmente en Hispania Nova.

En 1569 Tomás López Mendel también culpa a los sacerdotes indígenas de extender la sodomía entre el pueblo.

Negaba con pasión las noticias transmitidas por los conquistadores y exploradores, que habían «difamado a los indios habiéndoles acusado de estar infectados con la sodomía, una gran y malvada falsedad» y consideraba que observaban la «abstinencia hacia las afecciones sensuales, viles y sucias», aunque admitiera que en un país tan grande pudiera haber casos aislados de personas particulares en casos particulares, atribuidos a «una corrupción natural, depravación, una especie de enfermedad innata o al miedo a la brujería y a otros hechizos mágicos», pero en ningún caso entre los convertidos al cristianismo.

[12]​ Los escritores indígenas no tardaron en unirse a De las Casas para defender las culturas americanas.

Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, gobernador de Texcoco, escribió en 1605 que entre los chichimecas, al que «asumía la función de la mujer se le extraían sus partes interiores por el culo mientras permanecía atado a una estaca, tras lo cual algunos muchachos vertían cenizas sobre el cuerpo hasta que este quedaba enterrado bajo ellas [...] cubrían todo el montón con muchos trozos de leña y le pegaban fuego.

[4]​ La administración colonial impuso las leyes y costumbres españolas sobre los pueblos indígenas, lo que, en el caso de la sodomía, fue facilitado por la existencia de leyes similares en el Imperio azteca.

Los castigos para pecados sexuales solían ser multas, penitencia, humillación pública y latigazos en los casos más graves.

Entre los documentos enviados al rey se encuentra una carta del magistrado del Tribunal Supremo de Su Majestad, Juan Manuel Sotomayor, que describe la sodomía como un «cáncer endémico» que había «infestado y extendido entre los prisioneros cautivos de la Inquisición en sus celdas particulares y los funcionarios eclesiásticos habían iniciado también sus propias encuestas».

Tanto el Virrey como el Magistrado basan su rechazo a la sodomía en la Biblia y la religión, aunque empleen historias sui generis, como Sotomayor, que escribe «'como habían profesado algunos santos, que todos los sodomitas habían muerto con el nacimiento de Nuestro Señor Jesús».

Todos los implicados provenían de las clases más bajas, negros, indígenas, mulatos y europeos deformes, aunque hay indicios de que las clases más pudientes también estaban implicadas, pero no se vieron afectados gracias a su influencia.

[12]​ La cultura colonial era similar a la de la península y hubo destacados intelectuales entre los nacidos en América.

[20]​ Muchos de los homosexuales seguían viviendo en la casa familiar, por lo que sus actividades solían ser privadas o clandestinas.

A finales del siglo XX y principios del siglo XXI, los homosexuales siguen siendo discretos con su naturaleza sexual, estando muchos en el clóset, otros viviendo un secreto a voces.

La marcha estuvo organizada por el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR).

[24]​ Desde entonces, anualmente se celebra una marcha LGBT en el Día del Orgullo Gay.

[25]​ Los grupos LGBT se enfocaron más hacia la lucha contra la infección, realizando campañas preventivas y de sexo seguro, de información sobre la enfermedad, pero también dirigieron su lucha contra los prejuicios sociales de los sectores más conservadores, que consideraba que «lo que Dios no había conseguido lo haría el Sida y esta enfermedad es un castigo divino».

[24]​ En los noventa, sin dejar de luchar por los elementos mencionados, se comenzó a protestar por los asesinatos de homosexuales y se intentó defender el respeto a la diversidad sexual.

[24]​ En 1992 Patria Jiménez y Gloria Careaga-Pérez crearon la asociación lésbica El clóset de Sor Juana, una de las asociaciones LGBT más importantes del país;[27]​ como ONG fue acreditada por Naciones Unidas para la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer.

[29]​ En 2007 se presentó al Congreso por primera vez una transexual, Amaranta Gómez por México Posible.

[31]​ Con respecto a la salud psicológica, la COPRED reporta que, de las 4950 personas LGBT encuestadas 24% mencionó haber tenido pensamientos suicidas, mientras que un 7.25% refirieron un intento suicida durante la pandemia,[31]​ reforzando lo mencionado ya en literatura nacional e internacional sobre la propensión que enfrenta la comunidad LGBTI+ hacia padecimientos sobre la salud mental relacionados con condiciones de precariedad, violencia y rechazo.

Pintura homoerótica maya en las paredes de las grutas de Naj Tunich ( El Petén , Guatemala ).
Grabado de de Bry que representa la escena en que Balboa azuza sus perros contra algunos berdaches (1594); Biblioteca pública de Nueva York.
Sor Juana de la Cruz fue un icono para la cultura lésbica moderna. [ 15 ] [ 16 ]
Periódico Hoja Suelta publicado en 1901 a raíz del Baile de los 41.
Mapa del territorio mexicano cubierto por la bandera del arco iris .
Patria Jiménez , el 28 de julio de 2006 en Montreal.