Historia de Éibar

En las décadas de los años 50 y 60 del siglo XX experimentó un fuerte crecimiento económico basado en su actividad industrial, crecimiento que fue acompañado de un incremento de población muy significativo, pasando en pocos años de escasos 15.000 habitantes a más de 40.000 y desarrollándose un urbanismo característico que entremezcla instalaciones industriales con residenciales, con desarrollos verticales importantes, tanto en la arquitectura industrial como residencial, y una expansión marcada por la orografía que obligó a la realización de fuertes desmontes, accesos complicados (mitigados después mediante medios mecánicos) y la cubrición en su práctica totalidad del río que recorre la población, el río Ego.

Los yacimientos prehistóricos hallados en la zonas de Kalamua y Akondia junto con la estación megalítica de Placencia-Elosua que cubre el cordal entre Karakate e Irukurutzeta, lo que antiguamente se llamaba Mazelaegi, atestiguan la presencia humana en la zona donde se encuentra Éibar en el Eneolítico, sobre el III milenio antes de Cristo.

El valle del Deba fue territorio caristio a la llegada de los romanos a la Península (el euskera hablado en este lugar es la variante vizcaína que coincide, aproximadamente, con la ocupación territorial de los Caristios).

Los romanos englobaron al bajo Deva en el conventus de Clunia.

No obstante, para entonces ya existía una realidad social asentada en torno a la iglesia de San Andrés.

Con este proceso de urbanización se fue creando un nuevo modelo jurídico autónomo en el que sus pobladores podían ejercer libremente sus actividades y organizar su concejo al margen del poder feudal.

De este modo, la monarquía castellana se apoyó en la infraestructura creada en el valle del Deba para obtener una gran cantidad de armas y hacer frente a sus necesidades.

Así se formó una red de pequeños talleres familiares dedicados a la fabricación de escopetas, arcabuces, mosquetes y fusiles y unido a ellos una actividad comercial con numerosos mercados no sólo con la Península sino también con las colonias del Nuevo Mundo.

Las guerras carlistas dejaron también su impronta en una población fundamentalmente liberal que a finales del siglo XIX, el 6 de agosto de 1897, vive su primera huelga por motivos laborales en la fábrica que suministraba revólveres y escopetas a la Casa Quintana y Hermanos en México.

Esta huelga sirvió de germen para que el socialismo arraigase en Éibar.

La nueva estación se inauguró en 1909 y fue la "puerta de entrada" a Éibar por mucho tiempo.

Una nueva ampliación se realizó en 1919 con la construcción de una vía de apartadero para dar servicio a la empresa Orbea y en 1935 se construye otro andén para viajeros.

En 1941, una vez finalizada la contienda, se realizan obras de mejora añadiendo una vía más y cubriendo los andenes con sendas marquesinas.

Este servicio se denomina "tranvía" y para el mismo se abren varias estaciones, estas son: La madrugada del martes 14 de abril de 1931, a las seis y media de la mañana, la corporación municipal recién elegida en las elecciones del domingo (10 concejales socialistas, 8 republicanos y 1 del PNV) proclamó en Éibar la Segunda República.

Este hecho suponía una profunda transformación de la distribución del poder ya que por primera vez accedieron a él las clases medias y los trabajadores.

El 21 de septiembre las tropas insurrectas ocupan Elgóibar y Karakate, unos días después, el 26, se hacen con las cimas de Kalamua, Arrate y Akondia en cuya ladera se establece la defensa republicana.

El incendio fue provocado por un lado por las bombas de los atacantes y por otro por un comando de los defensores que quería destruir lo poco útil que pudiera quedar, lo que dio pie a afirmar a algunos autores como Peter Kemp que Éibar quedaba destruida por las tropas republicanas al ser abandonada en su huida ante la presencia de tropas nacionales.,[8]​ de todas formas las causas precisas del mismo no están aclaradas existiendo ambas hipótesis sobre su autoría.

En 2007 se publica el libro La Guerra Civil en Eibar y Elgeta, escrito por Jesús Gutiérrez donde explica estos bombardeos.

Por parte alemana se usan aparatos Jagdgruppe J/88: cazas Heinkel He 51 y Kampfgruppe K/88: bombarderos Junkers Ju 52.

[10]​[11]​ A la caída en manos de los sublevados, solo se hallaban en la entonces todavía ciudad, unas 150 personas.

Intercambiaron prensa, comentarios y cartas volviendo seguidamente a sus puestos, siguiendo la guerra.

[13]​ A pesar de las dificultades, Éibar se adapta a los nuevos tiempos y diversifica su industria (bicicletas, ciclomotores, piezas para automóviles, aparatos de uso doméstico...), a lo que hay que añadir un potente fenómeno de inmigración, atraído por esta pujante actividad industrial, que hace crecer su población hasta un 100% en los años 60 con un desarrollo urbanístico muy desordenado donde se realizan edificaciones de gran altura, como la torre de Untzaga, y se comparte el espacio residencial con el industrial, talleres y viviendas llegan a compartir un mismos edificio, creando una curiosa mezcolanza urbanística que sería objeto de estudios posteriores.

Se basó en ganar espacio urbano cubriendo el río Ego y realizando vías de nuevo trazado en la zona devastada.

La cubrición del río Ego sirve para dar solución en muchos caso a la escasez de suelo.

Son numerosas fábricas y talleres los que se construyen sobre el cauce cubierto del río.

No se llegaron a construir todas las viviendas por diferentes problemas,e especial de expropiación.

En realidad el éxodo industrial había empezado en el año 1948 cuando la industria "Camas Astaburuaga" casi 10 años después, en 1959 la fábrica de bicicletas BH se traslada a Vitoria le seguirían años después varias importantes fábricas, como Fresadoras Correa a Burgos, Carbureibar y G.A.C.

La situación de desarrollo industrial toca fondo en los años 1982-1983 con la crisis del petrolea que había comenzado en 1973.

La recuperación industrial logra frenar la caída demográfica pero no cambiar su signo.

Se desarrolla un plan de accesibilidad que proporciona accesos mecánicos, escaleras automáticas y ascensores, a todos los puntos con dificultades de acceso debido a las grandes pendientes.

Bandera de Éibar.
Fuente de Urkizu.
Bandera republicana izada en el 77 aniversario de la proclamación de la República en Éibar.
Referéndum autonómico del 5 de noviembre de 1933 en Éibar , primera vez que la mujer puede votar, en el resto de España lo hicieron en las elecciones generales del 19 de noviembre de 1933. Foto realizada por Indalecio Ojanguren .
Posible agujero fruto de la bomba que impactó en la Calle O´Donnell (actual calle Ego-gain) y que provocó la muerte de 60 personas.
Visita de Franco a Éibar en 1949.
Franco dando un discurso en Éibar en 1949.
Fiesta de ascenso a la Primera División con un presupuesto de tan sólo 4M €
Fuente de Ibarrecruz.