Bajo su hijo Boris de Bulgaria se inició la cristianización y ciudades como Berat o Ballsh fueron importantes centros culturales.
Entre las principales familias de la nobleza feudal albanesa estaban los Thopias, Balshas, Shpatas, Muzakas, Aranitis, Dukagjins y Kastriotis.
El reino se extendía desde la región de Durazzo (Durrës, entonces conocido como Dirraquio) al sur por la costa hasta Butrinto.
La comunidad ortodoxa era la más radical en cuanto a ver que Albania rompiera todos sus lazos con su pasado turco, durante el cual los cristianos fueron considerados de baja clase.
Fan S. Noli, un idealista, rechazó las demandas para convocar a nuevas elecciones bajo el pretexto de que Albania necesitaba un gobierno «paternalista».
De esta forma, Albania contaba con apoyo italiano para garantizar sus fronteras y Zogu aseguraba su posición política al interior del país.
El monopolio italiano en cuanto a entrenar y armar al Ejército albanés era muy mal visto por la mayoría de la población.
La guerrilla albanesa logró diezmar a cinco divisiones italianas, lo que le permitió ganar muchos seguidores entusiasmados con el fin de la ocupación.
Un mes más tarde, los comunistas fueron atacados por las fuerzas nacionalistas, iniciando una guerra civil que durante todo el año siguiente asolaría la zona sur del país.
En 1947, los líderes yugoslavos inician una fuerte campaña contra los comunistas antiyugoslavos albaneses, en la que se incluyen el propio Hoxha y Spiru.
El cambio resulta ser muy ventajoso para Albania, ya que la ayuda soviética es más voluminosa y menos costosa en términos políticos.
El hecho de no tener fronteras comunes, también agrada al régimen albanés, ya que esto hace más difícil para Moscú ejercer una fuerte presión sobre Tirana.
Este mismo año, los líderes albaneses -deseosos de congraciarse con Stalin- implementaron nuevos elementos del sistema económico estalinista en Albania.
Estas unidades guerrilleras entran al país en 1950 y 1952, pero las fuerzas de seguridad albanesas les dan muerte o los toman prisioneros a casi todos ellos.
Todo el comercio exterior albanés se destina a los países comunistas europeos, de lo cual la mitad es hacia la URSS.
A pesar de su insignificancia dentro del mundo comunista, Albania jugará un papel importante en el conflicto ideológico chino-soviético que se avecina.
"Las ratas soviéticas pudieron comer, mientras el pueblo albanés estaba hambriento", acusa Hoxha refiriéndose a entrega de granos deliberadamente retardada por Moscú.
Por su parte, Albania ofrece a China ser "cabeza de playa" para sus productos en Europa y su representante en las Naciones Unidas.
Para desaliento de Albania, los equipos y técnicos chinos no son tan sofisticados, ni avanzados como los soviéticos.
Esto trae como consecuencia el casi colapso del mercado externo albanés, pues China se muestra incapaz de entregar equipos y maquinaria a tiempo.
En 1965 Hoxha declara que los términos en los cuales su régimen aceptaría una reconciliación con URSS son una disculpa soviética a Albania e indemnizaciones por el daño y los perjuicios infligidos al país.
Durante julio, se producen en Tirana numerosas manifestaciones callejeras de jóvenes descontentos con el régimen; mientras que unos cinco mil albaneses buscan refugio en diversas embajadas.
En octubre, Berisha intentó salir de un impasse constitucional, convocando a un referéndum nacional, el primero en su tipo que se realizaba en Albania.
Varios medios de prensa denunciaron haber sufrido censura e intimidación y las relaciones entre los partidos políticos siguieron siendo muy tensas.
Al mismo tiempo la administración estuvo bajo fuertes críticas por no permitir que el poder judicial funcionara independientemente.
Las terceras elecciones parlamentarias post-comunistas, realizadas el 26 de mayo, encontraron a Albania sumida en su crisis política más profunda desde la caída del régimen comunista en 1991.
Por otro lado, los observadores extranjeros enviados por Estados Unidos y la Unión Europea, confirman la existencia de fuertes presiones oficialistas durante el proceso electoral.
El nuevo y agrandado cuerpo ejecutivo tenía cuatro miembros mujeres, la representación femenina más numerosa en la historia del país.
Los llamados rebeldes, exigiendo la renuncia del Presidente Sali Berisha, vinieron de todos lados y Albania se convirtió virtualmente en un estado "sin Dios ni Ley".
Los acontecimientos en Albania durante este año estuvieron determinados por la guerra que se libró en la vecina provincia yugoslava de Kosovo.