Historia de Badalona

Desde sus orígenes Badalona comenzó a datar cada vez más restos hasta la llegada de su fundación oficial con los romanos.

Desde su fundación, Badalona, “Baetulo”, llegó a ser una ciudad muy emprendedora que se consolidó rápidamente.

Badalona pasó a ser municipio y sus habitantes, ciudadanos romanos de pleno derecho.

Entre los siglos IV y VI, data la necrópolis romana d’inhumación de Can Preixau.

También es de interés la Casa Pavillard, edificio modernista construido en 1906 por el arquitecto Joan Amigó i Barriga.

La Badalona medieval define así su delimitación: del río Besós al mar, la colina de Montgat y la Sierra Litoral.

El año 1382, conseguiría el régimen municipal y también se implantó entonces la insaculación para escoger a partes iguales el gobierno.

Las antiguas villas romanas se transformarán, con el paso del tiempo, en masías y se creará una doble situación: la urbana y la rural, que mantendrá un equilibrio estable hasta mediados del siglo XVIII.

Es entonces cuando algunas construcciones seguirán un estilo señorial y, en cambio, otras conservarán su carácter defensivo, fruto de una época en la cual la costa catalana sufrió muchas incursiones piratas.

No olvidamos la actividad pesquera que también inició un importante crecimiento en el siglo XVII.

El punto de inflexión cusriosamente fue el propio 1492 donde la tendencia comenzó a girarse favorablemente.

Aquella sería la zona por ejemplo que sufrió más cambios en el siglo XVII.

Badalona no recibió bien los cambios gubernamentales que primaron los destacados en la guerra, se entendiendo, de sucesión.

El nivel de vida del municipio, poco a poco, fue dirigiéndose hacia el inexorable proceso de industrialización que catapultó el éxodo rural y la economía catalana del siglo XIX.

La marina mercante y de cabotaje, tuvieron suficiente relevancia, hasta mediados del siglo XIX, Badalona vive un proceso de inmigración desde la Cataluña interior, debido al éxodo rural, que hizo aumentar la población del municipio a 12 600 habitantes en 1860.

La llegada del tren a la ciudad en la mítica línea Barcelona-Mataró fue el arranque definitivo.

En 1921 se fundó el “Orfeón Badalonés”, mientras empezó a tomar forma las iniciativas deportivas surgidas desde el mundo del fútbol, baloncesto y la natación entre muchos otros.

Badalona recibió con entusiasmo la proclamación del nuevo régimen, el de la II República.

La ciudad vivió intensamente todos los acontecimientos políticos y sociales de esos años.

Este crecimiento, sin embargo, se dejó en manos privadas y de los especuladores.

En 1978, el cantautor Joan Manuel Serrat le dedica a la ciudad el pasodoble Qué bonito es Badalona, incluida en su disco de título 1978.

También cantaron esta canción los artistas Manolo Escobar, quien residió en Badalona, y Julio Madrid.

Poblado Ibérico.
Termas romanas.
Iglesia Santa María.
Dalt de la Vila.
Badalona desde el Mediterráneo.