En 1860 se crea en la Universidad de Berna (Suiza) la primera cátedra universitaria que incluye una referencia explícita a la psicología.
Sin embargo, las capacidades de la mente (como la reflexión o la percepción), esas sí serían innatas.
Sus aportaciones hicieron posible el desarrollo posterior del asociacionismo con Herbert Spencer, Alexander Bain y James Mill.
En Alemania, podemos destacar a Herbart (1776-1841), que sistematizará la doctrina del asociacionismo y construirá una psicología racional basada en una «mecánica de la conciencia».
[22] Para ello, decide poner límites a la ciencia racional, y propone que el «Yo trascendental» (sustancia psíquica y soporte último de la actividad mental humana) no puede tomarse «en sí mismo» como objeto de estudio de la razón (resulta interesante resaltar que Wundt acepta y profundiza en las limitaciones impuestas por Kant a la ciencia en lo que se refiere al «Yo trascendental»[1]).
Esta visión tendrá una influencia extraordinaria en todo el desarrollo posterior de las ciencias humanas hasta nuestros días.
Esta faceta de la psicología experimental, cuyo estudio persiste hasta nuestros días, tuvo lugar en la llamada psicofísica y en la psicofisiología del siglo XIX.
Por tanto, y esto es lo importante, es imposible una observación exacta no fundada en la experiencia; es, en consecuencia, absolutamente necesario un método experimental.
Partía del supuesto de que los fenómenos complejos podían descomponerse en sus «átomos» o elementos constitutivos.
El método adecuado a la psicología era, por tanto, un análisis y posterior síntesis (al modo cartesiano) basado en la introspección, entendida esta como técnica que permitía la descripción de las sensaciones simples por parte del sujeto experimental mientras realizaba una tarea en condiciones controladas.
Como confesó él mismo, "estudié medicina para ser fisiólogo, pero me desvié hacia la psicología y la filosofía por una especie de fatalidad.
[27] Partiendo de posturas empiristas, defiende que la psicología no debe buscar tanto llegar a verdades absolutas como satisfacer necesidades.
Esto le hizo pensar que este trastorno tenía una etiología psicológica y no simplemente orgánica.
[33] Posteriormente, Freud abandonaría la hipnosis, así como la focalización sobre un problema determinado, dado que no obtuvo los resultados esperados.
Este pequeño grupo formó el núcleo de lo que se convertiría, en 1908, en la Asociación Psicoanalítica Vienesa (Wiener Psychoanalytische Vereinigung).
Entre sus seguidores más destacados podemos nombrar a Erich Fromm, Erik Erikson, Carl Gustav Jung y Alfred Adler.
[37] En algunos casos, como en el estudio del autismo, su influencia resultó contraproducente y motivó un retraso de la investigación científica.
Los fenómenos psíquicos están estructurados de la misma manera; por complejos que sean, un dato psicológico constituye una Gestalt.
Watson quiso ir más allá, y defendió que todo fenómeno psíquico, incluido el lenguaje, podía ser explicado recurriendo a su correlato conductual.
Aunque Watson apenas dio un desarrollo experimental a su postura, abrió el camino para que otros lo hicieran.
En la década de 1920 inicia sus trabajos Jean Piaget, quien está interesado en esclarecer el origen y desarrollo ontogenético del conocimiento en los seres humanos.
Esta construcción tampoco es arbitraria, sino que se produce en continua interacción con el medio, como hemos dicho más arriba.
Verdad es que también ha recibido críticas (relacionadas sobre todo con la edad a la que surgen determinadas capacidades, como la de representación) pero, aún en el siglo XXI, no ha sido posible desarrollar una teoría holística capaz de integrar y explicar tantos elementos como lo hace su propuesta.
[42] La influencia de Vygotski ha sido enorme en los campos relacionados con el desarrollo psicológico (lenguaje, inteligencia...) y la educación.
Más tarde, diversas discrepancias con los datos llevaron a concebir la posibilidad de un procesamiento paralelo con base en cálculos probabilísticos.
Sus tesis fundamentales son: La Teoría modular de la mente no es equivalente al localizacionismo —que trata de adjudicar una zona específica del cerebro a cada función—, ya que los módulos, entendidos como circuitos neuronales, pueden estar localizados en distintas partes del cerebro.
Aunque la terapia y la investigación no siempre han ido de la mano, la confluencia entre ambas es cada vez mayor a medida que avanzamos en el tiempo.
Luria había estudiado medicina y psicología, lo que le permitió aunar los aportes de ambas disciplinas.
Desgraciadamente, la separación que se vivió entre Rusia y occidente durante la guerra fría dificultaron la llegada de sus ideas al mundo occidental.
El impulso para la creación de la Psicología positiva fue dado por Martin Seligman, célebre por sus investigaciones sobre indefension aprendida.