La historia de los judíos en Letonia se remonta a la primera colonia judía establecida en Piltene en 1571.
[1] Bajo una Letonia independiente, los judíos formaron partidos políticos y participaron como miembros del parlamento.
Las antiguas tribus letonas no tenían conexiones con los judíos y su entrada en Livonia estaba prohibida.
Gran parte de su vida comunitaria estaba a cargo del kakhal (autogobierno).
En los siglos XVII y XVIII, a los judíos no se les permitía permanecer en Riga o Vidzeme.
[8] Esencialmente, el núcleo de la judería letona estaba formado por los judíos de Livonia y Curlandia, los dos principados en la costa del Mar Báltico que se incorporaron al Imperio ruso durante el siglo XVIII.
Por un lado, estaban influenciados por la cultura alemana que prevalecía en esta región y, por otro, por la de los judíos lituanos vecinos.
La Haskalá penetró temprano en las comunidades de Livonia y Curlandia pero la asimilación no tuvo el mismo progreso allí que en Europa Occidental.
Más tarde, un número considerable regresó a Letonia como repatriados después de que se estableciera la república independiente.
Antes de la Primera Gran Guerra los judíos ya jugaban un papel importante en la industria, el comercio y la banca.
Su capital inicial era relativamente mayor que el de las sociedades cooperativas no judías.
En su vida espiritual hubo así una síntesis de tradición judía y cultura secular.
Entre los diputados habituales se encontraban Mordecai Dubin (Agudas Israel), Mordechai Nurock (Mizrachi, más tarde miembro de la Knesset en Israel después del establecimieto del Estado en 1948), Max Lazerson (Ceire Cion) y Noah Meisel (Bund).
Se estableció una amplia red de escuelas hebreas e yidis, en las que los niños judíos recibían una educación gratuita.
Los alumnos asistían a escuelas religiosas o seculares según los deseos de sus padres.
[1] Esto dio como resultado que las obras de eminentes autores judíos como el poeta Jaim Najman Bialik (en letón: Haims Nahmans Bjaliks) y el historiador Simon Dubnow (en letón: Šimons Dubnovs) fueran eliminadas del plan de estudios judío.
Esto también aumentó la influencia de los proscritos socialdemócratas, mientras que la intelectualidad judía gravitaba hacia el sionismo.
Los líderes cívicos y políticos judíos comenzaron a ser arrestados en agosto de 1940.
Se convirtió en parte del nuevo Reichskommissariat "Ostland", designado oficialmente como "Generalbezirk Lettland".
[16] Los Einsatzgruppen ("escuadrones de la muerte") desempeñaron un papel destacado en el exterminio de los judíos letones, según la información proporcionada en sus propios informes, especialmente en el informe del SS -Brigadeführer (General) Franz Stahlecker, comandante del Einsatzgruppe A, cuya unidad operaba en el frente del norte de Rusia y en las repúblicas bálticas ocupadas.
Junto con el resto de los sobrevivientes, finalmente se establecieron en nuevos hogares, principalmente en Israel.
Las actividades clandestinas, religiosas o sionistas, dieron lugar a una mayor sospecha por parte de las autoridades.
Este documento dedica un capítulo a la persecución y asesinato de judíos.
La declaración enumera a los nazis responsables de los crímenes cometidos en Letonia bajo la ocupación alemana.
Ese mismo año, la Unión Soviética colapsó y Letonia recuperó su independencia.
En las escuelas públicas, el uso obligatorio del letón afectó a muchos estudiantes judíos, que hablaban ruso como idioma principal.
Mientras luchaba por la independencia, el movimiento nacional letón buscó hacer causa común con los judíos de la república.
Asistieron delegados de Israel, Estados Unidos, Suecia, Suiza, Alemania, Gran Bretaña, Sudáfrica y Australia.
En 1993 se llevaron a cabo dos profanaciones de monumentos conmemorativos del Holocausto, en Jelgava y en el Bosque Biķernieki.
El principal cementerio judío está ubicado en la periferia oriental de la ciudad.