Historia económica del Perú

En la época prehispánica, durante el dominio del imperio Inca, la economía era fundamentalmente agrícola, a pesar de que alcanzó cierto desarrollo la ganadería y la minería.

En los últimos años del siglo XXI, ha habido un incremento notable en las industrias ligeras, servicios y tecnologías de alto.

El período virreinal presenta tanto signos negativos como positivos para la evolución económica del actual Perú.

Los principales yacimientos mineros fueron: Castrovirreyna, Huancavelica, Cerro de Pasco, Cajabamba, Contumazá, Carabaya, Caylloma, Hualgayoc, todas ubicadas en el actual Perú.

La producción minera tuvo su auge entre 1572 a 1580 que fluctuó de 216 000 a 1 400 000 pesos anuales; pero disminuyó su ritmo extractivo al promediar el siglo XVII y ya en el siglo XVIII, su decadencia fue notoria debido, en gran parte, al sistema y forma empírica como se trabajaba en los centros mineros, también a la carencia de caminos para agilizar el transporte y la despoblación indígena.

En 1561, Felipe II estableció que los únicos puertos para el tráfico comercial fueran Sevilla en España, Veracruz, en Nueva España (hoy México) y Callao en el Perú, en tanto que Cartagena de Indias y Panamá eran tenidos como puertos de tránsito.

La mayor intensidad de este comercio ilícito se manifestó en los puertos del Atlántico, llámese Montevideo y Buenos Aires; ello debido a la lejanía en que se encontraban con respecto a la capital virreinal, Lima, y al puerto de entrada autorizado que era el Callao.

En un comienzo, durante la conquista, no hubo moneda para el comercio, después aparece la primera expresión de la moneda en el Perú, la callana, que era una pieza rudimentaria fundida con especificación de peso y ley que funcionó en Cajamarca, Lima, Cuzco y Piura.

Desde un inicio los indígenas fueron empleados en las faenas agrícolas y fue a través de esta práctica que pudieron pagar sus tributos.

Nuevas técnicas como el barbecho, la roza y quema así como diferentes instrumentos les fueron dados a los nativos para que explotaran al máximo la agricultura.

Dentro de esta producción no se descuidaron los productos locales como el olluco y la coca.

Hacia 1600 la producción local fue lo suficientemente estable como para sustituir las importaciones que se hacían desde España causando gran molestia a los comerciantes españoles.

[cita requerida] Es desde entonces que el comercio intraamericano empezó a tener auge, principalmente entre las regiones del Perú, Chile y Centroamérica.

Su número creció rápidamente debido a que las vestimentas tenían gran demanda entre los indígenas mineros (de diferentes calidades: bayetas, jergas, frazadas, alforjas, medias, sombreros, costales).

Pese a ello, estos resultados no son necesariamente una referencia de su participación en el PIB global del territorio.

[3]​ Durante el siglo XVIII, según el historiador y economista, Angus Maddison, la tasa de crecimiento del PIB, PIB per Cápita y la población en América Latina fueron las más altas que en cualquier otra región del mundo.

En la manufactura, es determinante los ingresos por Alcabalas, fabricación de Monedas y exportaciones hacia otras regiones del imperio (sobre todo Potosí).

[3]​ La producción minera tuvo su auge entre 1572 a 1580 que fluctuó de 216 000 a 1 400 000 pesos anuales; pero disminuyó su ritmo extractivo al promediar el siglo XVII y ya en el siglo XVIII, su decadencia fue notoria debido, en gran parte, al sistema y forma empírica como se trabajaba en los centros mineros, también a la carencia de caminos para agilizar el transporte y la despoblación indígena.

En virtud de esto, surgieron Valparaíso, Arica, Guayaquil, Montevideo y Buenos Aires, que disputaron la supremacía del Callao.

Con ello se concluye que, con respecto al Reino Unido previo a la Revolución Industrial, la economía virreinal peruana mostraba el mismo dinamismo.

De modo que los resultados diferentes se deben a lo ocurrido durante los primeros 20 años del siglo XIX.

La larga duración del enfrentamiento y la característica de guerra civil que cobró, multiplicaron el encono entre ambos bandos.

Otro rubro era la deuda con Inglaterra, contraída también durante el proceso de la independencia y que al permanecer impaga había crecido excesivamente, por los intereses acumulados.

Centrándonos en la posible convergencia de Perú y España, el único momento en el que los datos de ambos países son similares son debidos a la guerra civil española, [cita requerida] por lo que se produce una falsa convergencia.

Lo sucedido con la bolsa estadounidense ese año, desembocó en la mayor crisis económica y financiera hasta nuestros días.

Durante los años en los que esta política estuvo activa, se redujeron un 10% las exportaciones en relación con el PIB peruano.

En general la industria peruana tuvo un gran crecimiento gracias a esta política económica, en la que sobre todo se producían bienes de consumo y de capital, pero también perjudico al país por el gran endeudamiento en el que se vio sumergido.

[13]​ El PIB per cápita del Perú tiene una tendencia creciente que va desde los años 60 hasta mitad de los 70.

Estas variaciones ocurrieron por la crisis de la deuda, al ser una época caracterizada por una deuda externa en pleno crecimiento, las inversiones extranjeras directas se ven totalmente aminoradas, las exportaciones sufren una fuerte caída, el campesinado cada vez se empobrece más, la elevada inflación y además la reducción de los salarios.

Estas reformas se encontraban principalmente orientadas a crear mejores condiciones para la inversión privada, así como al fomento de la competitividad.

PIB real per cápita histórico en Perú
Andenerías incaicas en Písac .
Moneda de 8 reales conocida como Columnario de plata
Fotografía de hombres muertos en el campo de La Alianza durante la Guerra del Pacífico, en 1879. Esta guerra tuvo efectos desastrosos para la economía peruana.