Al caer Asturias bajo el mando de las tropas sublevadas intentó marchar para Francia con su hermano, pero fue capturado en Tresviso y condenado a muerte.
Debido a un error con su apellido logró permanecer un mes más en el Colegio, lo que le sirvió para evitar la ejecución, ya que se cambió el criterio sobre las mismas.
Fue detenido nuevamente en 1945 por sus actividades en contra del régimen franquista.
Allí conoció a Teresa Hoyos, con quien se casó en 1962.
Durante su exilio viajó por numerosos países, alternándolo con entradas clandestinas en España.