Teresa Hoyos fue una joven militante del Partido Comunista nada más crearse en Madrid.
Durante la Guerra Civil trabajó como enfermera en el frente de Madrid, donde conoció a un oficial de las Brigadas Internacionales, Gabriel Fort, que había quedado ciego en el conflicto, y con el que años más tarde se casó y tuvo dos hijos.
Exiliada con su marido en Francia, rápidamente se integró en la estructura del Partido Comunista Francés y destacó por su apoyo y ayuda a los refugiados españoles.
Tras la guerra falleció su marido, y ella continuó su ayuda a los refugiados, momento en el que conoció a Horacio Fernández Inguanzo, «El Paisano», histórico dirigente comunista asturiano, al que acogía en su casa.
En 1962 se casó con Fernández Inguanzo, con el que vivió al regresar a España tras la muerte del dictador Franco.