[4][5] Entre 1880 y 1930, se fueron a América medio millón de gallegos.
Algunas ya en el propio barco, otras al llegar a puerto, eran captadas por familiares o novios "protectores" que generalmente las seducía para abandonarla luego.
Otras trabajaban de criadas siendo vilmente explotadas hasta caer en desgracia.
Entre los servicios sanitarios se encontraban clínicas, balnearios o la asistencia a domicilio o despacho gratis de recetas en las farmacias, siempre que fueran extendidas por médicos de esta Sociedad.
[10] El Centro Gallego intentó sofocarlas, por ser estas mujeres insumisas en su asociacionismo la oveja negra de la emigración gallega y por otra parte sacar a la luz un problema social del que se avergonzaban.
Con todo, esta sociedad femenina fue dirigida por sus socios protectores, directivos y "caciques" del Centro Gallego, quienes consiguieron, con la excusa de guardar el orden, excluir de asistencia sanitaria a mujeres con enfermedades síquicas y venéreas en el artículo 11 de sus estatutos.
Se crearon una serie de estrategias y dos años después determinaron que era necesario construir dos pabellones más.
Debido al alta demanda decidieron ampliar con nuevas edificaciones y el proyecto culminó en 1957, cuando quedó constituida su última estructura.
[13] Su localización en el barrio habanero de Luyanó convirtió la zona en la Nueva Galicia, ya que de un lado se encontraba el Hospital La Benéfica para hombres, perteneciente al Centro Gallego, y del otro lado el Hijos de Galicia para mujeres.
[2] En su última remodelación mantuvo las iniciales HG (Hijas de Galicia) como logotipo.
También recibió el Premio Anual de Salud, Premios Nacionales al Innovador, numerosos reconocimientos en Foro de Ciencia y técnica a nivel nacional.