El conflicto se prolongó por 6 meses sin solución satisfactoria para los trabajadores mineros.
En respuesta hubo un importante movimiento sindical, el más grande hasta entonces en México.
La prensa oficial acusaba a los huelguistas de flojos, alborotadores y comunistas.
Miguel Alemán declaró ilegal la huelga y el 20 de abril los mineros fueron regresados en un tren a Nueva Rosita.
Se le llama también Marcha del Silencio, ya que con el no hablar demostraban su desacuerdo con el gobierno Manuel Ramírez Vázquez como Secretario del Trabajo y Previsión Social, en 1950, enfrentó la Huelga de Nueva Rosita de los mineros, Nueva Rosita, Coahuila en contra de la empresa Mexican Zinc Co.