[2] Durante todo el mes de septiembre, la clase trabajadora de la ciudad se mantuvo solidaria a los marmolistas y, el 3 de octubre, varios otros sectores decidieron declararse en huelga.
[3] Durante la paralización de varios sectores - incluyendo a los metalúrgicos, estibadores, pedreros, trabajadores de los tranvías y textiles -, el empresariado local se reunió bajo el liderazgo de Alberto Bins para firmar un convenio que concedía a los obreros una jornada diaria de nueve horas de trabajo, propuesta que inicialmente no fue aceptada por los huelguistas.
[4] Durante la huelga, los socialistas Francisco Xavier da Costa y Carlos Cavaco emergieron como líderes del movimiento, alejando a los anarquistas de su dirección e impulsando la creación de la Federación Obrera de Río Grande del Sur (FORGS)[5][6], que se convertiría en la organización gaúcha más importante de la clase trabajadora durante la Primera República.
Los patrones se mantuvieron intransigentes y la huelga comenzó a vaciarse a partir del día 17 de octubre cuando varios trabajadores, presionados por las dificultades económicas consecuencia de la paralización empezaron a regresar al trabajo, aceptando la jornada de nueve horas.
El día 21, el movimiento fue dado por cerrado por la prensa local.