Humphrey Slater

El pintor William Coldstream le calificó como "un artista muy dotado y poco común".

[4]​ En plena vorágine de militancia, Slater contrajo matrimonio con Elizabeth Dorothea Robertson,[5]​ con la que tuvo dos hijos y de la que se divorciaría a los pocos años, porque ella le planteó la elección entre el matrimonio y su militancia.

Sin embargo, las actividades del centro no fueron vistas con buenos ojos por las autoridades militares, por las tendencias izquierdistas de los fundadores e instructores.

Al año siguiente publicó El conspirador, la historia de un espía británico al servicio de los soviéticos que se ve obligado a sacrificar a su joven esposa para proteger su tapadera cuando ella descubre sus actividades.

Es difícil no ver un reflejo autobiográfico en este conflicto de fidelidades entre la ideología y la vida personal.

[3]​ Tras su muerte, cayó el olvido más absoluto sobre su vida y su obra, pese a que Isaiah Berlin lo considerase uno de los "dotados autores que se volvieron contra el régimen soviético", citándolo en pie de igualdad con Arthur Koestler y Victor Serge.