Santuario de la Virgen de Lugás

A finales del siglo XIX se construyeron dos cabildos, un edificio que le llamaban «El Polvorín», ya que estaba dedicado a la fabricación de cohetes, otro para cobijar las caballerías de los peregrinos y un «Altarín» o «altar sacramental», situado en el exterior del templo, en la explanada del santuario, que se deterioró y se aprovecharon las obras de restauración en 1987 para darle su antigua forma.

Este tramo es corto, de unos 500 m, es carretera en subida y muy sinuosa, que va a conectar con la AS-332.

Al llegar a la parroquia de Lugás se divisa otro cartel indicador del santuario.

[2]​ Desde la plataforma que corona el altozano se divisa Villaviciosa, su ría y el mar Cantábrico, a la cual es muy agradable —y a la vez exigente— subir en bici, ya que las duras pendientes en esos pocos kilómetros se ruedan muy despacio, y hay más tiempo para recrear la vista en los diferentes niveles y observar cómo aparecen nuevos paisajes tras cada curva, que son muy pronunciadas.

[3]​ De acuerdo a la tradición oral, la construcción comenzó en un lugar donde había un robledal, en Llorón.

Pero cada noche el trabajo de cimentación era deshecho y los materiales volvían a su sitio original.

Sin embargo, con los años se descubrió que la mano estaba entre los pliegues del manto.

[5]​ El origen del santuario se remonta al año 745 cuando el Papa Zacarías hizo una donación al rey Alfonso I en la que se mencionaba la «Iglesia de San María de Lugás».

Por lo que respecta a actuaciones religiosos destaca el que en 1724 ya estaba creada la «Capellanía de San Pedro» y en 1784 se pidió licencia para fundar la «Cofradía de Nuestra Señora del Rosario».

En el año 1790 se celebró la fiesta de Nuestra Señora del Rosario por primera vez.[11]​.

[13]​ El templo original constaba de una nave rectangular rematada por una cabecera que tenía un tramo recto y un ábside semicircular a continuación[7]​; fue construido en el siglo XIII y derribado en parte para una reforma que tuvo lugar a finales del siglo XVII en la que se construyó el crucero y la cabecera.

[18]​ Arquitectónicamente, destacan las dos portadas románicas: la occidental, que está situada sobre un cuerpo saliente del edificio, y la orientada al sur, de menores dimensiones.

Todas las arquivoltas están protegidas por un guardapolvo superior semicircular compuesto por tres filas de tacos lisos al tresbolillo y un tejaroz recto y horizontal en la parte superior, sostenido por nueve canecillos separados por tacos con figuras geométricas.

Dos canecillos tienen forma zoomórfica: uno representa la cabeza de un animal felino y el otro a un cuadrúpedo.

Hay una figura humana entre ambos que parece estar rezando, pues tiene las manos juntas y la mirada algo levantada.

Tanto la tradición como los expertos comentan que esta figura representa al profeta Daniel cuando fue arrojado a una fosa con leones.

[18]​ La portada situada en la fachada sur es más sencilla, pues solo tiene dos arquivoltas de medio punto, una decorada con «rollos zamoranos» cerrados y otra con cabezas en pico que se esculpen a medio relieve.

La doble arquivolta está protegida por un guardapolvo y se apoya sobre columnas a cada lado con capiteles decorados.

El capitel de la parte izquierda está formado por unas cintas ampliamente enlazadas y trenzadas.

Todo este trabajo está en altorrelieve sobre un fondo en el que aparecen tres rombos casi cuadrados.

Es un capitel de gran belleza artística y geométrica, aunque se desconoce el significado.

En este templo se repiten mucho las letras S, P, M y B, además de una estrella.

En el inventario que se hizo en 1708 figuraban las imágenes de San Miguel y San Roque si bien en la actualidad solo queda una efigie del «Santísimo Cristo» ya que las otras dos se quemaron en un incendio en 1937.

[29]​ Este retablo, que en principio fue situado sobre el altar dedicado a Nuestra Señora del Viso y que posteriormente ocupó su lugar la Virgen del Rosario, se construyó en el año 1784 por Francisco López.

Tiene, además de la figura de la titular, Nuestra Señora del Viso, la del arcángel San Miguel, que era muy venerado y querido por los peregrinos que acudían desde Carreño, Gozón y Avilés.

A esto hay que añadir los privilegios concedidos al santuario desde el siglo XVI.

Así se produce un trasiego de romeros cruzándose por los caminos y haciendo «sumamente divertidas dichas viajatas».

El Cantu'l ramu era una larga retahíla de cuartetas diferentes con música muy similar para todas ellas.

Los peregrinos, que acudían de muchos pueblos cercanos, dormían en la «Casa les Novenes» ya desde el Siglo XVI.

Una práctica usual era, además de cumplir con la promesa, «confesase y comulgar pa ganar les indulxencies del Xubileu la Virxen».

Plano de localización del Santuario de la Virgen de Lugás.
Libro Becerro de la Catedral de Oviedo.
Altar mayor, retablo y capillas colaterales.
Santísimo Cristo crucificado.
Altar y retablo del Santísimo Cristo crucificado.
Arco del transepto y fecha (1690) y cáliz entre cada dos cifras en círculo superior.
Detalle de bóveda sobre el retablo mayor.
Texto en el arco del altar de Cristo crucificado.
Pila de agua bendita en la entrada principal.
Reloj de sol y vidrieras.
Planta del santuario simplificada. [ 14 ]
Mosaico de azulejos de bienvenida al peregrino.
Fachada principal a occidente y casa rectoral.
Pórtico principal de entrada.
Ábside semi-octogonal al este.
Pórticos románicos y atrio al sur.
Arco del triunfo y detalle del guardapolvo y tejaroz con nueve canecillos.
Puerta principal al oeste con guardapolvos y tejaroz.
Capiteles de la zona izquierda de la puerta principal.
Capitel más interior o primer capitel.
Capitel intermedio o segundo capitel.
Capitel exterior o tercer capitel.
Capiteles de la zona derecha de la puerta principal.
Capitel más interior o primer capitel.
Capitel intermedio o segundo capitel.
Capitel exterior o tercer capitel.
Fachada, puerta y atrio al sur.
Puerta lateral al sur.
Detalle de arquivolta de rollos zamoranos en la puerta lateral.
Capitel izquierdo de puerta al sur.
Capitel derecho de puerta al sur.
Marca de los canteros.
Marcas de los canteros en tres sillares adyacentes.
Inmaculada Concepción.
Santa María Magdalena penitente.
Altar y retablo de la Virgen del Rosario flanqueada por Santa Marta y Santa María Magdalena .
Confesonario de madera artísticamente repujada.
Zona de colocación de los exvotos.
Libro de visitas, con peticiones y acciones de gracias.