Fue proyectada en el siglo XVIII para solventar dos problemas que presentaba la antigua parroquial: su estado ruinoso y la escasa capacidad para el incremento de la población.
[2] Las obras se dilataron más de un siglo, usándose como templo provisional el edificio del Pósito Municipal.
[2] El interior presenta planta de cruz latina, con una única nave con cuatro tramos, antepresbiterio y capilla mayor.
En la misma nave hay una Virgen del Carmen atribuida a Pedro Duque Cornejo.
[4] En el lado de la Epístola destaca la Virgen del Rosario, tallada por Miguel Adán en 1569.
La Inmaculada fue tallada por Antonio León Ortega aprovechando fragmentos de una anterior destruida en 1936.