Luego avanzó hacia Villa Alpina donde se acercó a la localidad el 8 de septiembre, y al día siguiente, avanzó sin control hasta Yacanto de Calamuchita, donde quemó 30 casas y cabañas, dejando sitiado al pueblo ya que todos sus servicios (telefonía, agua y energía eléctrica) quedaron afectados.
A la vez, Vicuña Mackenna y Pilar, fuera de las sierras, contaban incendios en sus zonas rurales.
El 10 de septiembre fue el día más arduo: veintidós eran los incendios que se contaban, sumado a que casi una decena se habían iniciado tres días antes y aun tomaban intensidad, se dividían en cinco focos que afectaban campos rurales fuera del área montañosa; tres focos en el área de las sierras bajas del cordón de Comechingones; seis en Calamuchita; otros seis en Paravachasca; dos en Punilla; y uno que aun permanecía activo en Salsipuedes.
[6][7][8] Mientras, durante el combate, varios bomberos fueron mordidos y envenenados por víboras serranas, mayormente de la especie yarará.
[11] Económicamente, los daños abarcan a diferentes actividades e instalaciones, entre las que se cuentan la ganadería, aserraderos, viviendas, infraestructura turística, recursos forrajeros y forestales.
A esto habrá que agregar caídas en la oferta de trabajo y el empleo en los sectores afectados.
Algunos productores, a quienes el avance del fuego les dio tiempo, pudieron movilizar sus animales hacia zonas más alejadas.
Desde el Gobierno nacional argentino, anunciaron la "duplicación" en montos de jubilaciones, asignaciones universal por hijo y embarazo, seguro de desempleo y el salario familiar, durante tres meses para las personas afectadas.