También los bronces ofrecen una gran variedad de tipos, aunque con menos complicación que las Damas.
Las iberas usaban peinetas, diademas y mitras, altas o bajas, que, aun pudiendo ser un producto autóctono, estarían inspiradas en modelos greco-orientales.
Velo, manto y túnica son los tres elementos del traje femenino ibero.
El famoso relieve de Osuna, Sevilla, muestra la imagen más conocida del guerrero con su espada íbera.
La falcata es un arma de origen íbero, en realidad es un tipo estilizado del gladius hispaniensis o gladius romano, que tras la llegada de Roma a España pasó a formar parte del equipo militar romano.
Los griegos que llegaron a España llevaron la falcata consigo y tuvo gran aceptación, convirtiéndose en la segunda arma más utilizada tras la espada de hoplita Los romanos adaptaron su propia empuñadura al gladius, pero el pugio continuó con la típica empuñadura íbera.
El busto, a su vez urna funeraria, conocido como Dama de Elche es el ejemplo más característico.
Otra prenda muy valorada, era el sagum, una capa de lana, que protegía del duro frío.
Su calzado era unas alpargatas, que se ataban a la pierna y el pie, en el invierno se cubrían los pies ya las piernas con unas botas de piel y pelo de animal.