Infección congénita por citomegalovirus

[6]​ Algunos síntomas pueden incluir erupción cutánea, ojos amarillos, hígado agrandado, inflamación de la retina o convulsiones.

[6]​[5]​ Esta enfermedad es frecuente en todo el mundo y probablemente no se informe de ella lo suficiente.

[18]​ Las mujeres embarazadas sanas no corren un riesgo particular de contraer enfermedad por infección por CMV.

Cuando se infectan con CMV, la mayoría de las mujeres no presentan síntomas y muy pocas padecen una enfermedad similar a la mononucleosis infecciosa.

Se calcula que afecta a 1 de cada 200 bebés en Canadá, Estados Unidos y Europa Occidental.

Al igual que otros herpesvirus, la partícula viral es una cápside icosaédrica, rodeada por una envoltura externa hecha de una bicapa lipídica.

[6]​ Se sabe poco sobre los mecanismos moleculares responsables de la patogénesis del daño tisular inducido por CMV en la infección congénita.

Se presume que la transmisión intrauterina del virus es transplacentaria durante la fase virémica materna.

[6]​ Tanto la reactivación como la reinfección pueden dar lugar a la enfermedad, y las primeras infecciones tienen un riesgo mayor, de alrededor del 32%.

Cuando se infectan con CMV, la mayoría de las mujeres no presentan síntomas y muy pocas padecen una enfermedad parecida a la mononucleosis infecciosa.

El virus se replica en la orofaringe y posteriormente ingresa al torrente sanguíneo fetal lo que constituye una fase virémica inicial.

El tejido embrionario humano puede ser una herramienta eficaz para estudiar el mecanismo de la infección por CMVc en el desarrollo neurológico.

[23]​[54]​ En el caso de bebés infectados por sus madres antes del nacimiento, existen dos posibles escenarios adversos: Estos riesgos parecen estar asociados casi exclusivamente a mujeres que no han sido infectadas previamente con CMV y tuvieron su primera infección con el virus durante el embarazo.

Los bebés nacidos prematuramente e infectados con CMV después del nacimiento (especialmente a través de la leche materna[86]​) pueden experimentar deterioro cognitivo y motor más adelante en la vida.

[87]​[88]​ Los síntomas asociados con el CMV neonatal, como la pérdida de audición, pueden provocar un mayor retraso en el desarrollo del bebé.

[85]​ La infección congénita por citomegalovirus puede ser una causa importante de hemorragia intraventricular y encefalopatía neonatal.

[54]​[95]​[96]​[97]​[98]​ Estudios posteriores han encontrado evidencia sólida de retraso mental (CI < 70) causado por la infección por CMVc.

Las mujeres que estén preocupadas por la infección por CMV durante el embarazo deben practicar medidas de prevención.

Teniendo en cuenta que el virus CMV está presente en la saliva, la orina, las lágrimas, la sangre, la mucosidad y otros fluidos corporales, es importante lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón después del contacto con pañales o secreciones orales.

Las personas infectadas con CMV desarrollan anticuerpos contra el virus, inicialmente IgM y luego IgG,[14]​ lo que indica infección actual e inmunidad persistente respectivamente.

Las opciones de tratamiento son madicamentos que incluyen ganciclovir intravenoso y valganciclovir por vía oral.

[108]​[109]​La identificación del CMV en recién nacidos es crucial para iniciar medidas de atención y manejo oportunas.

[36]​ Hasta la fecha, no existen tratamientos prenatales eficaces y seguros para prevenir la transmisión del virus de la madre a su hijo.

[14]​[121]​ El tratamiento del CMVc generalmente se inicia sólo en bebés con cuadros moderados a grave.

El valganciclovir oral debe iniciarse en lactantes alimentados por vía enteral a una dosis de 16 mg/kg dos veces al día.

Administrar terapia anti-CMV sólo después de consultar a un experto familiarizado con las dosis y los efectos adversos.

El tratamiento con globulina hiperinmune en madres con infección primaria por CMV ha demostrado ser eficaz en la prevención de enfermedades congénitas.

[127]​ Las mujeres embarazadas con fetos infectados por CMV gravemente sintomáticos fueron excluidas del estudio, lo que dificulta la interpretación de estos resultados.

[134]​[135]​[136]​[137]​ Un estudio no mostró una disminución significativa del riesgo de infección congénita por citomegalovirus en mujeres con inmunoglobulina.

Sin embargo, para las mujeres en edad fértil que no hayan sido infectadas previamente con CMV, existe un riesgo potencial para el feto en desarrollo.