Debido a la limitada información disponible, es imposible saber exactamente cuántos sirios y libaneses han emigrado al país.
Aquellos que abandonaron su patria en el Medio Oriente para establecerse en Colombia fueron motivados por una variedad de razones, entre ellas, económicas, políticas y religiosas.
En su ensayo biográfico sobre Gabriel Turbay, Gonzalo Buenahora destacó la contribución del desarrollo económico sirio en Bucaramanga.
Chalelas, Stafis, Korgis, Chedranis, fueron la balanza comercial durante medio siglo y sus nombres son vinculados a la industria siderúrgica.
Los inmigrantes sirio-libaneses, en número significativo, se establecieron en otras ciudades en la región de Santander, Ocaña, Barrancabermeja y Cúcuta.