Kuwait acabará siendo liberado, pero sus pozos de petróleo serán incendiados tras la retirada iraquí.
Las cuantiosas ayudas económicas kuwaitíes le ocasionaron incluso algunas escaramuzas cometidas por el régimen de Teherán.
Irak acusó a Kuwait de estar usando técnicas avanzadas y robándole su petróleo, ante lo que exigieron compensaciones.
Irak siempre ha argumentado tener derechos sobre Kuwait, ya que este territorio pertenecía al Valiato de Basora, dentro del Imperio Otomano.
La aviación kuwaití, que protagonizó algunas luchas aéreas, fue en su mayor parte evacuada a Arabia Saudita.
El emir Yaber III huyó por aire hacia el desierto de Arabia, pero su hermano, el jeque Fahd al-Ahmad se atrincheró junto con fuerzas militares kuwaitíes para defender la plaza.
[8] La invasión, llevada a cabo ante la sorpresa mundial, tuvo pronto una reacción de condena internacional.
Un día después, Sadam Husein decreta una fusión entre las Repúblicas de Irak y Kuwait.
[10] La anexión, rechazada de pleno por la comunidad internacional, que temía invasiones a terceros países, fue sin embargo consumada semanas después.
[11] El nuevo estatus internacional generó una condena unánime de todos los líderes mundiales,[12] George H. Bush, Mijail Gorbachov, Margaret Tatcher, François Mitterrand, o Helmut Kohl entre otros, exigieron sin éxito una marcha atrás que no se produjo.