Jörmundur Ingi representaba la plataforma de continuismo mientras que Haukur prometió innovación.
Ásatrúarfélagið celebraba su blót annual también en Þingvellir al mismo tiempo, dando lugar a conflictos sobre el uso de las instalaciones con algunas tensiones ideológicas subyacentes.
[10] En el año 2000, Ásatrúarfélagið superó a las agrupaciones budistas y bahaistas en Islandia, convirtiéndose en la primera fuerza religiosa no cristiana del país.
No obstante, el crecimiento de la organización comportó inevitablemente una mayor complejidad como estamento religioso y disputas internas.
[11] En 2002, el consejo directivo de Ásatrúarfélagið depuso a Jörmundur Ingi y fue sustituido por Jónína Kristín Berg como allsherjargoði en funciones.