Después de confesarle esto a Jacob, éste toma valor y hacen un pacto, levantando Piedras de testimonio, una tradición ancestral, con la cual los pueblos semíticos honraban a sus dioses.
Su suegro le había pedido varios días que se quedara, al quinto día, el levita salió de la casa de su suegro con su mujer, en el camino ya estaba oscuro, así que decido pedir posada en una casa.
El dueño de la casa, les dijo que tenía una hija virgen, pero los benjaminitas, no la quisieron, lo que hizo el levita, fue ofrecerles a su concubina y la sacó a la calle, estos hombres, la violaron toda la noche, no se sabe cuántos fueron.
Al llegar la madrugada, ella se desplomó en la puerta, ya estaba muerta, el levita creyendo que solo estaba cansada, la regaña, para que se levante, ella no responde, él se da cuenta y la sube sobre su burro, después el levita la corta en doce pedazos, y manda cada pedazo, en las regiones de Israel.
Jueces 20 Al saber los israelitas que sus hermanos los benjaminitas habían hecho esa calamidad, se juntaron 400,000 hombres para pelear.
[10] Y así mandaron, a los hijos de Benjamín a buscar esposas en las fiestas de Jehová, este pasaje termina diciendo: En aquellos días no había rey en Israel y cada cual hacía lo que bien le parecía.