Francisco I Crispo, el fundador de la dinastía era señor de Milo, por tanto vasallo del duque de Naxos y su pariente por matrimonio, ya que se había casado con una nieta del duque Guillermo I Sanudo.
Al final de su reinado, Jacobo partió a Occidente para intentar recaudar fondos para la defensa de su ducado, que estaba en primera línea contra la amenaza otomana.
Por tanto, fue su hermano Juan II Crispo, señor de Milo y Kímolos, quien le sucedió, luego el ducado pasó al hijo de Juan: Jacobo II.
[2] Jacobo se casó dos veces: primero con su prima hermana, un miembro de la familia Zeno, después con Ginevra Gattilusio.
[5] Cuando Jacobo II murió en 1447, surgió el problema de su sucesión.