Sus padres fueron Józef Borzęcki y Celina Chludzińska Borzęcka.
En 1875 quedó huérfana de padre y se trasladó, en octubre de ese año, con su madre a Roma.
Allí conocieron a Piotr Semenenko, uno de los fundadores de la Congregación de la Resurrección, y le tomaron por confesor y director espiritual.
Fue este sacerdote quien preparó a Jadwiga para la primera comunión y quien la animó a tomar los votos religiosos el 6 de enero de 1891.
El 17 de diciembre de 1982, el papa Juan Pablo II la declaró venerable y, según el proceso en la Iglesia católica, se espera a un milagro, atribuido a su intercesión, para la beatificación.