Sin embargo, el panorama ha cambiado en la medida en que, en las últimas décadas, el jazz ha encontrado un punto de conexión con las músicas populares del mosaico cultural español, introduciendo sonoridades mediterráneas, flamencas o celtas.
En esta época, en los bajos del Hotel Palace, en el Rector's Club, solía tocar una "orquesta de negros".
Ragtime, rumba-habanera, fox-trot, charlestón y demás ritmos nacidos del árbol musical afroamericano mantienen similitudes incuestionables desde su origen común urbano.
Casi todos los músicos de entonces confirman la latinidad y españolidad del jazz en sus orígenes remotos.
[3] Hubo otros músicos no menos importantes, pioneros del jazz bandismo: Jesús Guridi y José Iturbi.
También llegaron jazz-band cubanas y danzoneras, destacando la orquesta "Havane Cubains Jazz" que tocaron en San Sebastián.
Barcelona se convirtió en el epicentro de la fiebre del hot que asoló la península en los años 1930.
Destaca la labor desarrollada por el tándem Augusto Algueró-Josep Casas Auge, director y arreglista- pianista respectivamente.
Jazz había que escribirlo «yas» y los títulos de las canciones transcribirlas al castellano: Bésa me mucho fue prohibida, luego autorizada y vuelta a prohibir; Ansiedad, en versión de Nat King Cole pasó por un descuido.
El censor mandaba callar al trompetista demasiado estridente, bajaba faldas cortas de coristas y corregía letras por si faltaban a la moral, la autoridad o el buen orden.
En Barcelona, la nueva edad de oro del jazz se fijó en torno a los años 1948-1953, con matinés y jam-sesiones.
Estas sesiones, y especialmente la presencia de Don Byas, influyeron enormemente en músicos como Tete Montoliu, que entonces comenzaba su carrera.
Junto a ello, ocurría que la mayor frecuencia en las visitas de los jazzmen americanos terminaron por saturar la frágil economía del aficionado.
Víctimas primeras de ello fueron los músicos del país a quienes se les puso muy cuesta arriba tocar jazz.
Por este club pasaron en los años sesenta músicos del máximo prestigio como Ornette Coleman, Lee Konitz, Chet Baker, Dexter Gordon y un largo etc que sorprendería, aún hoy, a muchos.
Las actuaciones de Ornette Coleman en trío, con Tete Montoliu y el batería Billy Brooks fueron saludadas por los críticos como un verdadero acontecimiento intelectual.
Por el Whisky Jazz de la primera época pasaron gran número de artistas internacionales como Dexter Gordon, Lee Konitz, Paul Bley, Donald Byrd, pero sobre todo, y al igual que Jamboree, sirvió para que sus escenarios permitiesen a algunos jóvenes músicos demostrar su valía.
Los más destacados de ellos: Tete Montoliu, Pedro Iturralde, Enrique Llácer "Regolí", Vlady Bas y Juan Carlos Calderón.
En 1967 tocó en Nueva York y regreso a su ciudad natal , una vez que la actividad jazzística se hubo estabilizado por acción del recién abierto Jamboree.
El pianista Ricard Miralles, tras su larga relación profesional con Joan Manuel Serrat, ha regresado al jazz en la capital estatal en solitario y en dúo con el también pianista Horacio Icasto (quien acompañó frecuentemente a la cantante Sonia Vallet, hija de Jean Luc Vallet).
Lou Bennett también pertenece a esa generación, aunque nació en USA, pero la parte más importante de su carrera la ha vivido entre Francia y España.
También es necesario considerar a un nutrido grupo de músicos cubanos asentados en la escena española, como es el caso del trompetista Manuel Machado, los saxofonistas Nardy Castellini y Rafael Garcés, o el percusionista Moisés Porro.
El septeto actuó en diversas ocasiones en clubes neoyorquinos (Blue Note, Village Vanguard, Sweet Basil) con notable éxito.
La nueva generación con jóvenes emergentes y grandes talentos como los pianistas Marco Mezquida, Alberto Palau; los saxofonistas Ernesto Aurignac, Enrique Oliver, Vicent Macián, Víctor Jiménez, Borja Baixauli; los contrabajistas Dee Jay Foster, Mattew Baker, Rubén Carles, Tom Warburton; los trompetistas Félix Rossy, Voro García, Pepe Zaragoza; los Bateristas Borja Barrueta, Ramón Prats, Iago Fernández, Igor Tavan, Roger Gutiérrez, Santi Colomer, Guillém Arnedo; los trombonistas Vicent Pérez, Paco Soler; lo guitarrista Jaume Llombart, Iván Cebrián; la cantantes Celeste Alias, Lupe Azcano, Andrea Motis, Noa Lur En 2011 en el documental "Jazz en España"[7] de la productora "14 pies" para la cadena de televisión Canal de Historia, se recogen los testimonios de algunos músicos y críticos de Jazz españoles, con algunos documentos históricos de esta música en España.