Entró en la Escuela Normal de Magisterio en Ciudad Real y allí compartió las ideas marxistas de su profesor, el catedrático Fernando Piñuela Romero, como él también ejecutado por los nacionales al acabar la Guerra civil.
Convertido en maestro, obtuvo plaza en Villamayor de Calatrava.
Al estallar la Guerra civil se enroló voluntario en el ejército republicano.
Publicó el libro Hogueras de paz (Ciudad Real, 1936).
[1][2] Él mismo había lamentado en un romance la muerte del poeta Federico García Lorca y en otro, "La madre del miliciano", intuía su mismo fin.