Fue trasladado a Valdepeñas y luego volvió a Alcázar de San Juan como párroco de Santa María.
En 1918 fue designado junto con don Domingo Chacón y Bellón para difundir la doctrina de la sindicación católica agraria y recorrió con esta misión numerosos pueblos de la diócesis.
Más tarde don Domingo Chacón y don José Jiménez Manzanares fueron nombrados secretario y presidente, respectivamente, de la comisión para propagar la sindicación católica agraria en los arciprestazgos de Ciudad Real, Daimiel y Manzanares.
Tras la Guerra Civil no logró impedir la ejecución de su sobrino, el poeta republicano Jesús Menchén Manzanares (1912-1939).
[3] Su obra más importante es un estudio sobre los mártires de la religión católica asesinados durante la Guerra Civil en la diócesis de Ciudad Real.