Según su compañero de orden, el erudito Lorenzo Hervás y Panduro, “habiendo concluido el estudio teológico, enseñó la latinidad en Santiago”.
Con su amigo, el también jesuita Manuel Luengo (1735–1816), viajó al santuario de Loreto en 1771.
En ese año publicó un tratado sobre la caridad (Tractatus theologicus de Charitate), muy elogiosamente reseñado por su amigo Manuel Luengo a fines de 1792,[2] para refutar las teorías del polémico exjesuita Giovanni Vincenzo Bolgeni (Bérgamo, 1733-Roma, 1811).
En 1794 publicó en Parma una disertación sobre la infalibilidad del papa (Dissertatio Theologico-dogmatica de infallibilitate Summi Pontificis).
Pero solo llegó a publicarse traducida del latín y en fecha tan tardía como 1901, en Madrid, aunque incluyendo el mapa del Marañón hecho por Francisco Javier Veigel (Graz, Austria, 1723 – Klagenfurt, Austria, 1798) durante su prisión en Lisboa.