También fue protagonista —junto con su hermano— de todas las demás luchas políticas y militares del proceso libertario argentino.
Nieto, luego de la entrevista, preguntó a sus asistentes quién era esa dama tan hermosa que con tanto fervor y facilidad de palabra había abogado por el preso.
El futuro general Tomás Guido, testigo presencial de los hechos, los relató en su ancianidad.
Juana les dijo a los Patricios: "Consentiréis que sea sacrificado vuestro compatriota y amigo por la cruel injusticia de un gobernante?
Consentiréis que sea expulsado de su país tal vez para siempre sin hacerle un cargo, sin oírle y sin juzgarle?
José Cipriano Andrés de Pueyrredón no llegó a convertirse efectivamente en Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, al que fue elegido para suceder a su hermano Juan Martín en 1819, ya que renunció inmediatamente en solidaridad con su hermano, que consideraba perseguido injustamente por maniobras políticas.