Además se conoce también que regresó dos veces más en 1749 cuando acompañó al virrey Alonso Pizarro y terminaría en la ciudad de Santafe.
Inicialmente tenía cuarenta años de edad y se encontraba todavía soltero, algo extraño en la época.
Ya estamos con el favor de Dios en Piura, y con barco que saldrá en breve (según dicen) para Panamá.
En los demás sucesos que ocurrieron durante su mandato mostró una similar actitud y fue recordado con gratitud en la posteridad.
Logró capturar a los cabecillas pero en lugar de ejecutarlos, perdonó su vida y simplemente les pidió hacer trabajos forzados.