Su obra se caracteriza por su profunda conexión con la vida rural, la denuncia social y la reivindicación de los sectores populares.
Con una extensa trayectoria discográfica y un estilo auténtico, Larralde ha dejado un legado perdurable en la cultura popular argentina.
En sus ratos libres, mientras realizaba diversas labores en el campo familiar, solía interpretar sus propias letras.
Esta experiencia nómada, compartida con otros en situaciones similares, fortaleció su espíritu de independencia y su rebeldía ante las adversidades.
A pesar de las dificultades, Larralde mantuvo su dignidad y su determinación por encontrar un trabajo honrado, valores que luego plasmaría en su obra artística.
[3] Desde su niñez en Huanguelén, José Larralde manifestó una inclinación innata hacia la escritura y la composición poética.
De este modo, fue forjando un estilo personal que fusionaba su talento lírico con las vivencias y tradiciones del ámbito rural bonaerense.
Este encuentro fue propiciado por José Dip, vecino de Larralde en Huanguelén, quien mantenía vínculos con Cafrune.
Larralde, anhelando conocer al famoso cantor, le pedía frecuentemente a Dip que se lo presentara.
Así decidió incluir dos canciones, «Permiso» y «Sin pique», en su próximo disco para el sello CBS Columbia.
Este hecho significó la primera oportunidad para que el trabajo del hasta entonces desconocido Larralde trascendiera a un público más amplio y comenzara a ganar reconocimiento en el ámbito de la música folclórica argentina.
Cafrune interpretó tres temas y luego presentó a Larralde, quien a partir de ahí se hizo dueño del escenario, con la anuencia de Cafrune, y cantó varios temas, incluyendo la emblemática «Herencia pa’ un hijo gaucho».
La obra discográfica de José Larralde trascendió las fronteras argentinas, alcanzando una amplia difusión en países como Uruguay, Paraguay, Chile, Brasil, Colombia, Venezuela, México, España, Alemania y Australia, entre otros.
Sus letras, iniciadas a la temprana edad de 7 años, abordan temáticas como los oficios y faenas del trabajador rural, las penurias económicas, la explotación laboral, las injusticias sociales y la crítica a la maquinaria comercial que desvirtúa el género.
Sin embargo, incluso en estas composiciones de corte más personal, solía recurrir a escenarios y metáforas vinculadas al ámbito rural, reflejando su profunda identificación con ese entorno.
Larralde ha mantenido una independencia artística notable, evitando los circuitos comerciales masivos y los grandes festivales.
Su compromiso con la verdad y su fidelidad a las vivencias del pueblo argentino lo han convertido en un referente de la música popular comprometida con la transformación social.
Su música fue catalogada como "subversiva" o "peligrosa", lo que llevó a la interrupción de sus grabaciones y presentaciones en algunos casos.
En 2022, Larralde reveló en una entrevista que su canción "Quimey Neuquén" fue utilizada en el capítulo final de la aclamada serie estadounidense Breaking Bad.