El quinto hijo del matrimonio, Eduardo Larrocha, nacido en 1860, también fue pintor, aunque casi desconocido.
Se unió al Centro Artístico, entidad cultural fundada en 1885 a raíz del terremoto que asoló la provincia en diciembre del año anterior, e incorporó a la colección permanente de la entidad varios trabajos entre los que se cuentan el óleo sobre lienzo titulado «Torre de los picos».
Continuó una intensa colaboración con la entidad, participando en exposiciones, rifas, excursiones, visitas culturales, actividades formativas, etcétera y organizando también estas labores.
Animado por su hijo Baldomero que llevaba unos años residiendo en Argentina, José Larrocha, con su esposa y los otros dos hijos y un gran número de cuadros, se trasladaron al país hispanoamericano en 1915, sin que se conozcan otros motivos para este cambio tan drástico en la vida del pintor, ya entonces de edad avanzada.
Tras trasladarse a Buenos Aires, incluyó en su temática el paisaje de Argentina.