Su carrera militar comenzó desde muy joven, entrando en el ejército como cadete cuando tenía once años de edad.
Su mandato comenzó con su publicación del decreto de gobierno provisional, devolviendo la representación en Cortes al archipiélago.
Fue también notable su apoyó a la creación de un banco en Puerto Rico y estableció un empréstito para satisfacer las necesidades del Tesoro.
Así, debido al temor por parte del gobierno a que se levantara una revuelta por la independencia de Puerto Rico, como la que ya había ocurrido poco antes, el llamado Grito de Lares, estableció a la Guardia Civil en el archipiélago, reorganizó el de Voluntarios e impulsó las condecoraciones y títulos nobiliarios a la gente que tuvieran un notable sentimiento español.
Así, envió al líder del movimiento independentista, Ramón E. Betances, a la isla Saint Thomas, en aquel momento danesa, quien tras emigrar en los Estados Unidos comenzó a relacionarse con los separatistas cubanos impulsando una rebelión en Puerto Rico, la cual provocó que fueran encarceladas los participantes de la revuelta.
Continuó oponiéndose al separatismo y logró la inserción de varios reformadores en su partido.