[3] En 2012 recibe el premio de la Fondation Francis et Mica Salabert por su obra Metro Vox In memoriam Iannis Xenakis.
[4] En 2013 la Académie Française de Beaux Arts le concede el premio René Daumesnil.
Por lo general, utiliza timbres ricos, por ejemplo, los que proporciona el piano (Concierto para piano, 2003-2005; Un instante anterior al tiempo, 2006), o los sonidos del metal (Lituus, 1991; El margen de indefinición, 2001), o la voz (Sottovoce, 1995), que le permiten representar en la concepción armónica de la obra las relaciones existentes en la descomposición espectral del timbre de estos instrumentos.
Construyendo en el tiempo determinados procesos perceptivos, imbuye su enfoque musical de una lógica que se deduce de sí misma, del material que se esfuerza por organizar.
En su interés por otras artes, José Manuel López López ha llevado esta lógica de congruencias sinestéticas a obras que trabajan sobre artistas como Pascal Auger (Octandre, 2001 y The Celestial, 2004) y José Manuel Broto (Estudios sobre la modulación métrica, 2003).