Constituye una de las más importantes figuras de la Escuela Valenciana de historieta cómica, junto a Karpa, Liceras o Sanchis.
Colaboró en El Peque (suplemento infantil del diario Jornada de Valencia) entre 1942 y 1944, y más tarde en diversas publicaciones infantiles de Madrid, Barcelona y Valencia.
En 1946 creó para la revista juvenil de la Editorial Valenciana Jaimito la serie que le dio mayor popularidad y que mantuvo viva durante la mayor parte de su carrera, Bartolo, as de los vagos.
Para esta revista creó también las series Robertín, niño millonario, Robinson Pérez, Sherlock Pómez, Invisible Man y Los hunos y los otros.
Tras el cierre de la Editorial Valenciana, trabajó para la Editorial Aramo en la realización de Nuestra historia en cómics, una obra que narraba en siete volúmenes la historia de la Comunidad Valenciana.