[5] Cuando Rico y Veintemillas volvieron al cuartel, en las primeras horas del 18 de julio, se reunieron en una pequeña habitación de la compañía con los también cabos veteranos Anselmo Carrasco y Pablo Frutos.
[5] Durante horas estudiaron como combatir esta incipiente sublevación, pero no fue hasta un segundo encuentro (ese mismo día) en que Rico les presentó un plan para matar al general Franco, que venía de las Islas Canarias para asumir la dirección del Ejército de África.
[4] Cuando éste entrara en el patio central del acuartelamiento para revistar las tropas, él mismo le dispararía; A continuación los demás implicados, desde la primera planta del cuartel, apuntarían al resto de militares para inmovilizarlos.
[5] Los implicados en la intriga lo tenían todo planificado, sabían que Franco aterrizaría en Tetuán y en unas horas llegaría al cuartel de Ceuta.
[4] Éste, alarmado, avisó al cuerpo de guardia y echó por tierra el complot.