Josef Hassid

Sin embargo, el comienzo de la Segunda Guerra Mundial les impidió regresar a Polonia.

Actuó en Londres, donde sufrió un lapsus de memoria interpretando el Concierto para violín de Chaikovski en el Queen's Hall, y grabó para HMV; su gran legado a la música son nueve grabaciones, entre ellas la Melodía hebrea, Op.

Se le practicó una lobotomía en 1950 y murió a la edad de 26 años.

Josef Hassid fue uno de esos prodigios cuya brillante carrera fue demasiado corta.

Se dice que Fritz Kreisler dijo alguna vez: «Un violinista como Heifetz aparece cada cien años; uno como Hassid, cada 200».