Juan Gualberto Avilés

Años después, se trasladó junto con su familia a Torrejón de Velasco (Madrid), donde fue educado por el franciscano Cirilo Alameda y Brea, quien años más tarde llegó a ser arzobispo de Toledo y Avilés su médico de cámara.

Empezó a estudiar medicina en la Universidad de Valencia y pasó luego a la de Madrid, donde se graduó.

Comenzó a ejercer en el hospital de la Inclusa en 1827.

[2]​ Fue Avilés quien editó a partir de 1842 esta obra tras la muerte de Hernández Morejón[4]​ y tanto el obituario de Avilés en la revista El Siglo Médico[5]​ como el discurso de ingreso a la Real Academia de Medicina pronunciado por Manuel Iglesias y Díaz en 1873 afirman que escribió «a lo menos tanta parte» como su suegro.

[1]​[6]​ También Marcelino Menéndez Pelayo advirtió la «diversidad de plumas» en la obra.