[1] Su detección se confirmó en 2015, después de que el Telescopio Espacial Kepler registrase varios tránsitos del objeto frente a su estrella.
[2] Los tres tienen órbitas próximas a la estrella y, por tanto, es probable que sus temperaturas sean muy altas.
[2] Su metalicidad (-0,30) es similar a la del Sol aunque algo menor, lo que sugiere una cierta escasez de elementos pesados (es decir, todos excepto el hidrógeno y el helio).
[4] La distancia entre Kepler-446c y su estrella es de aproximadamente 0,02 UA según el PHL, coincidiendo así con la asignada a Kepler-446b a pesar de que aproximadamente tarda la mitad en completar su órbita.
Sin embargo, al igual que los otros dos planetas descubiertos en el sistema, es probable que por la proximidad respecto a su estrella, la consecuente pérdida de agua, el anclaje por marea y la mayor actividad volcánica —a consecuencia de su masa y ubicación en el sistema—; sufra un efecto invernadero descontrolado que incremente significativamente sus temperaturas.