Korra

Tras el partido, Bolin le enseñó algunas cosas básicas, y Korra demostró ser una rápida aprendiz.

Sin embargo, Tarrlok insistió con regalos cada vez más extravagantes y finalmente lanzó una gala en su honor.

Sin embargo, al momento que ella preparaba dos explosiones de fuego en dirección a Tarrlok, él reveló su habilidad para controlar el cuerpo Korra con Sangre Control, arrojándola luego a través de la habitación, dejándola inconsciente.

Ella se deslizó por una pendiente nevada y tropezó a toda velocidad con una rama, que la golpeó con un árbol.

Tenzin, expresó su temor de como Amón se estaba convirtiendo en una figura intocable que secuestraba un concejal y casi la capturando al Avatar.

Al ver la devastación desde la isla, Korra y sus amigos viajaron a la ciudad con la esperanza de ayudar en la batalla contra sus enemigos.

Luego huyeron a Ciudad República, donde ella y el resto del Equipo Avatar se ocultaron en una tubería de agua aislada.

Korra trató la quemadura del Iroh en el campamento, quien expresó que con los biplanos alrededor sería imposible para la flota de refuerzo recuperar la ciudad.

Mako decidió acompañar a Korra, mientras Iroh, Bolin y Asami se encargaban de destruir las aeronaves.

Sin embargo, Mako atacó a Amon con un rayo, liberándose del agarre de este último.

Mako cogió a una Korra apenas consciente, que débilmente se lamentó de haber perdido su Control.

Sin embargo, en el último momento, Korra reaccionó instintivamente para defender Mako y derribó a Amon con una ráfaga de aire.

A pesar de sus mejores esfuerzos, Katara no pudo reparar el bloqueo que mantenía Korra sin Control sobre los otros tres elementos.

Mako le dijo que no le importaba si ella era el Avatar o no, y explicó cómo "se volvió loco" cuando fue secuestrada por Tarrlok porque tenía miedo de que él nunca la vería de nuevo.

Korra salió corriendo hacia el borde de la tundra, con vista al océano y se desplomó.

A medida que sus vidas pasadas se desvanecían, Korra entró en el Estado Avatar y controló los cuatro elementos por primera vez.

Cuando Korra se dirigía en un bote a la Nación del Fuego es atacada por sus primos, estos fueron superados por el vórtice de agua de Korra pero cuando las cosas parecían mejorar para el avatar, ésta es sorprendida por un espíritu oscuro gigante, Korra usando su prematura habilidad para calmar espíritus no logra ser suficiente y este la hunde en el océano, apareciendo luego sin memoria en una Isla Tropical perteneciente a la Nación del Fuego.

Estos le advierten de que si no recuperaba su memoria, la era del Avatar terminaría, Kuruk cierra su consejo diciéndole que regrese al pasado y encontrara a Raava, aparece ante ella en su visión un joven llamado Wan, este le explicaría como se convirtió en el primer Avatar.

Korra despierta de su viaje espiritual recordando todo sobre ella y lo que debía hacer, una anciana maestra fuego le advierte que la Convergencia Armónica llegaría en unas semanas, se fue en un bisonte volador para cerrar el portal del Sur antes de la Convergencia Armónica.

Korra bebé asustada se encuentra con un viejo amigo del Avatar Aang, Iroh, el tío del Señor del Fuego Zuko, este la guía a una fiesta del té y le da consejos espirituales, Korra decidida se adentra en un viaje para encontrat a Jinora pero deberá primero ayudar a un amiguito animal a sanar sus heridad, más tarde Korra logra con éxito su favor y este se lo retribuye llevándola al portal espiritual, cuando estuvo a punto de cerrar el portal del Sur, es provocada por Vaatu pero esta ignora sus amenazas, es ahí cuando aparece Unalaq con Jinora como prisionera, Unalaq advierte a Korra que si no abría el portal del Norte dañaría al espíritu de Jinora provocando así su muerte, Korra sin otra alternativa abre el portal del Norte, seguidamente Jinora es secuestrada por un espíritu oscuro pero cuando Korra va en su rescate, Unalaq la acata con agua control e intenta dañar el espíritu de Korra pero ésta es rescatada por su amigo animal y regresa al mundo espiritual perturbada por haber dejado a Jinora dentro e indefensa, Tenzin con el alma en pedazos al ver a su hija sin reaccionar se van volando en Oogi hasta Ciudad República para reestructurar el Equipo Avatar y pedirle ayuda una vez más al presidente Raiko para vencer a Unalaq.

Raiko nuevamente se rehúsa a ayudar pero Varrick les otorga un buque de guerra con Meca-Tanques y Aeronaves para enfrentar las tropas del Norte.

Korra expulsa a Unalaq del mundo espiritual e impide que se fusione con Vaatu.

En un lugar desconocido e inhóspito, se encuentra una prisión custodiada por guardias del Loto Blanco, abren la prisión para darle comida al prisionero, este prisionero resulta ser muy extraño, ya que conoce mucho sobre la cultura Nómada Aire, y gracias a la Convergencia Armónica este se convirtió en un nuevo maestro aire, usando sus nuevas habilidades escapó de la prisión y proclamó el fin del Loto Blanco y el fin del Avatar.

Sin embargo, bajo esa apariencia dura, posee una fuerte lealtad hacia sus compañeros y una pasión admirable que se ve en momentos en que expresa su amor hacia cosas como Pro-Control, Naga, Asami, o su familia y amigos.

Su estilo ofensivo de batalla sugiere que siempre está lista para iniciar o aumentar a un desafío y es extremadamente rápida, ingeniosa e impulsiva, especialmente en situaciones acaloradas.

Aunque al principio Aang se sentía incómodo de tener que recurrir a la violencia pura y simple para llevar el equilibrio al mundo, él finalmente desarrolló de una determinación implacable para dar cumplimiento a su destino.

Por ejemplo, después de probar el Pro-Control, declaró ante Tenzin que la razón por la que no había podido hacer Aire Control era porque tal vez no lo necesitaba y estaba destinada a centrarse en estilos modernos de combate.

Por otra parte, desde que era una niña, Korra ha tenido siempre una afinidad notable por el aspecto físico del Control.

Al lamentar el hecho de que Amón le hubiera quitado todos los tipos de Control, a excepción su Aire Control, el Avatar Aang apareció ante Korra junto con las encarnaciones anteriores del Avatar durante su momento más bajo.

Ella puede lanzar a un oponente mucho más grande y más pesado hacia un conjunto de tuberías con suficiente fuerza como para romperlas, y puede romper grandes trozos de hielo puestos en su camino con un solo golpe.

Janet Varney, voz de Korra en La leyenda de Korra.