Asimismo, el antropónimo Labaro ya existía entre los antiguos cántabros, habiendo sido recogido en lápidas funerarias.
[3][11] No obstante esta hipótesis es cuestionada por algunos autores, que consideran un error arrastrado desde el siglo XVII por el cual el estandarte utilizado por los romanos, llamado labarum, y el estandarte utilizado por los antiguos cántabros, denominado cantabrum, sería el mismo, teniendo su insignia o motivo principal forma de X.
[13] Desde ciertos colectivos cántabros tanto sociales como políticos, se ha venido reivindicando el uso oficial del estandarte aureomagenta como bandera de Cantabria en representación del legítimo cantabrum, bien en sustitución de la actual,[14] o al menos otorgándole la misma oficialidad.
[19] [20][21] [20][22] [23][24] Existe una serie de expertos como Joaquín González Echegaray, José Luis Casado Soto o Ramón Teja Casuso que defienden la legitimidad histórica de la actual bandera de Cantabria frente al lábaro, al argumentar que el pendón blanquirrojo es el que llevaban los barcos cántabros desde, al menos, el siglo XVIII.
Según estos académicos, aunque en los textos antiguos hay alguna referencia a un estandarte denominado cantabrum, en ningún caso las fuentes clásicas dan una descripción exacta de la forma, colores o símbolos del mismo, siendo aventurado reconstruirlo sin más elementos de juicio.
[26] Para Casado Soto, más crítico, el lábaro no sería sino un invento del regionalismo cántabro, cuya antigüedad no va más allá del periodo preautonómico, y el actual debate en torno a los símbolos regionales sería un intento de destruir el consenso que se alcanzó en el Estatuto de Autonomía.