Inaugurada en 1858, desde entonces la línea ha pasado por manos de varios operadores ferroviarios.
En la actualidad el ente público Adif es el titular de todas las instalaciones.
[1] Tras la inauguración del ferrocarril Madrid-Aranjuez, en 1851,[2] se planteó su prolongación hasta el Mediterráneo.
El marqués de Salamanca se hizo con la concesión estatal para la construcción del ferrocarril hasta Almansa, iniciándose las obras en 1852.
[4] Las obras avanzaron a buen ritmo, en un terreno que no presentaba grandes dificultades orográficas.