Cipriano Castro empieza a desconfiar de su vicepresidente Juan Vicente Gómez así que decide tenderle una trampa.
[3] La verdadera aspiración de Castro era provocar que Gómez intentara quedarse con la presidencia permanentemente,[2] con la intención de que el pueblo lo aclame y pida su regreso.
[3] El gobierno se divide entre gomecista y castristas, estos últimos lanzan desde La Victoria, una campaña de prensa en que acusaban a Gómez de querer ocupar el poder en forma permanente y se le hacía un llamado a Castro para reasumir la presidencia.
La publicación de esta carta provocó que el presidente del estado Aragua Francisco Linares Alcántara Estévez organice un desfile en apoyo a Castro.
Su retorno a Caracas fue motivo de espectaculares celebraciones en todo el país.