[cita requerida] El relieve está caracterizado por la típica campiña sevillana, formada por una topografía suave y alomada.
La localidad se encuentra en lo alto de un prominente cerro entre los arroyos Santa Marina y Gamonal, a 132 metros sobre el nivel del mar.
[8] El arroyo Gamonal se adentra en el término municipal de La Campana desde el Oeste hacia el Norte recorriendo unos 2,5 km.
[8] En cuanto al arroyo Santa Marina, discurre por el este de la localidad con un caudal intermitente y estacional cuya ribera está constituida mayormente por pequeños matorrales.
[8] El término municipal de La Campana limita con los siguientes términos municipales: El clima de La Campana es puramente mediterráneo, cuyas características principales se corresponden con unos meses estivales muy calurosos y secos e inviernos no muy templados y lluviosos.
[9] En cuanto a las precipitaciones, la media anual es de 583 mm, siendo diciembre el mes más lluvioso del año.
[cita requerida] La zona presenta una fauna típica del ecosistema mediterráneo, existiendo una gran disparidad de especies.
[8] Debido a la alteración del hábitat por la acción humana, muchas especies propias de encinares y dehesas han ido desapareciendo.
[8] Respecto a las aves, muchas han disminuido considerablemente su número, sobre todo especies como la perdiz, el mirlo, la tórtola, el zorzal y el estornino.
[8] Las especies más representativas del matorral denso son el lentisco, el palmito, la retama, siendo menos frecuente el acebuche, el junco o la pita.
[10] En tiempos históricos existen numerosos vestigios de la ocupación romana en todo el término municipal, especialmente en el actual pueblo.
[13] Tras la venta de La Campana, Carmona emprendió una lucha judicial que se prolongó dieciséis años, resistiéndose a perder las tierras.
Durante la Guerra de la Independencia Española (1808-1812), el vecindario mostró resistencia y derrotó a una tropa francesa.
[3] La economía del municipio se basa principalmente en la explotación agraria, lo cual hace que la industria apenas tenga presencia a nivel comarcal.
[3] Para otras necesidades depende de núcleos como Carmona o Sevilla donde existe una mayor dinámica comercial.
[29] El origen de este templo se remonta probablemente al primer tercio del siglo XVI en cuya ubicación existió una vieja ermita dedicada a San Sebastián.
Finalmente, con la desamortización ordenada por Mendizábal y la exclaustración de los frailes en el siglo XIX, finaliza su etapa religiosa como convento.
[42] Cada verano las familias recogían la palma para trabajarla durante los meses posteriores y elaborar diferentes enseres como cestas, capazos, alfombras, sombreros e incluso persianas.