[1][2][3][4] La figura de la Moma no formó parte de la danza desde sus orígenes, sino que no es hasta bien entrado el siglo XVIII cuando se empieza a tener constancia documental de su participación en la danza que realizaban hasta ese momento los conocidos como momos, que simbolizaban los pecados capitales.
También se cree que dichas danzas podían ir acompañadas de pantomimas.
Sobre la falta y en la parte delantera lleva un delantal que hace juego con una manteleta bordada sobre los hombros.
Como complementos lleva, en la mano derecha un cetro con el escudo de la ciudad en su remate, mientras que la izquierda porta un florero adornado.
[1][2] La música es muy sencilla, una dulzaina toca la melodía y un taboril la acompaña con un ritmo ternario.