La Piedad —o Pietà—es un tema del que se conservan dos obras de la época italiana del Greco, la primera de ellas realizada en Venecia —tal vez en Roma— y la segunda ya en Roma.
Hasta entonces, el Greco nunca había logrado una composición tan proporcionada, equilibrando los elementos estáticos y dinámicos.
[10] El Greco debió quedar satisfecho con la versión anterior, porqué poco después realizó esta otra, más grande y con una mayor influencia de Tiziano, sin variaciones en la composición, pero con un progreso en el color y en el modelado.
[12] En la primera versión, el pintor superponía líneas sobre las masas de color, para resaltar lo que es nervudo y musculoso.
También hay un cambio en el esquema tonal, la forma adquiere mayor amplitud y monumentalidad, y el modelado es más tenue, dando mayor suavidad a las carnaciones, sin que la forma pierda fuerza.