Está pintado al óleo sobre lienzo y se conserva en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid.
[1] La obra ha sido datada hacia 1670,[1] apenas 3 años antes del prematuro fallecimiento de Cabezalero, un pintor extraordinariamente dotado[2] pero poco conocido.
La obra, aunque erróneamente atribuida hasta hace poco a Claudio Coello, ha sido bien conocida y apreciada en el mundo del arte.
[2] La escenografía barroca del lienzo se ve subrayada por la monumentalidad casi escultural de las figuras y por su solemnidad y gestualidad, junto a elementos como la lujosa dalmática de san Francisco, el magnífico escenario arquitectónico, el cortinaje o la gran ménsula junto al altar.
La restauración de la obra permitió observar un detalle poco perceptible antes: la santa ha sido representada levitando.
La figura es prácticamente idéntica en el dibujo y en la versión final del cuadro, limitándose las diferencias al paño que porta la santa en su mano izquierda así como a la posición de la cabeza, que en el lienzo se gira ligeramente para mirar la Sagrada Forma.