Al igual que en otras religiónes, las experiencias de las mujeres budistas han variado considerablemente.
Los académicos como Bernard Faure y Miranda Shaw coinciden en que los estudios budistas están en sus inicios en cuanto a abordar las cuestiones de género.
[50] Según Diana Paul, la visión tradicional de las mujeres en el budismo temprano era que eran inferiores.
[51] Rita Gross está de acuerdo en que "se encuentra una tendencia misógina en el budismo indio temprano.
Por lo tanto, encontramos que el énfasis budista en la renunciación de los deseos sensuales se expresa en términos del apego del hombre a la mujer más frecuentemente que de la mujer al hombre.
Hay historias de mujeres e incluso niños que alcanzaron la iluminación durante la época del Buda.
No obstante, las mujeres son vistas como contaminadas por la menstruación, las relaciones sexuales, la muerte y el parto.
Por ejemplo, los dioses viven en reinos más altos que los seres humanos y, por lo tanto, tienen un cierto nivel de logro espiritual.
Sin embargo, como afirma la monja taiwanesa Heng-Ching Shih, se dice que las mujeres en el budismo tienen cinco obstáculos, incluyendo ser incapaces de convertirse en un Rey Brahma, Sakra, Rey Mara, Cakravartin o Buda.
[67] Por ejemplo, una diosa renacida en el reino celestial afirma: Tales ejemplos, según Wei-Yi Cheng, incluyen la mezcla de afirmaciones sobre la práctica espiritual (noble camino óctuple, dhamma), "obediencia a mi marido" y que "De día y de noche actué para complacer", implicando así la sumisión femenina y una obediencia incontestada a la autoridad masculina.
Según Miranda Shaw, "esta creencia tenía implicaciones negativas para las mujeres, en la medida en que comunicaba la insuficiencia del cuerpo femenino como un locus de iluminación".
Si se ha hecho la aspiración a la budeidad y un Buda del tiempo lo confirma, es imposible renacer como mujer.
Esto es directamente contradictorio a la afirmación de que un bodhisattva no puede nacer como mujer.
[69] El budismo Vajrayana también reconoce a muchas yogini femeninas como alcanzando la plena iluminación de un Buda.
Cuando Mara aparece ante Gautama y cuestiona su dignidad para convertirse en el Iluminado, Gautama invoca a la Madre Tierra para que sea testigo de su mérito a lo largo de incontables vidas anteriores tocando el suelo.
Este gesto es conocido como el bhūmisparśa o "mudra del testimonio de la tierra".
Aunque la Madre Tierra está asociada con la Diosa Prithvi, Alex Wayman afirma que la divina femenina en el Tantra está relacionada con una multitud de términos, incluyendo prajna ('sabiduría'), yogini ('mujer yogui'), vidya ('conocimiento'), devi ('diosa'), matr ('madre'), matrka ('madre' o 'letras') y mudra ('sello' o 'gesto').
[77] En el mandala del Guhyasamāja, Buda Locana ocupa un estatus superior al de Gautama Buda, ya que él no pudo alcanzar la iluminación sin que ella fuera llamada como testigo.
Más bien, el papel de Madre Buda se refiere a su estatus primordial.
Como una forma metafórica, Buda Locana representa el ojo omnisciente y la figura materna que vela por la humanidad.