La versión completa del libro no sería publicada en España hasta 1974, ya con el título escogido por Olagüe.
Olagüe pretendía con este texto, demostrar que España nunca fue sometida por un pueblo semita, aunque su obra fue utilizada posteriormente por el nacionalismo andaluz para desacreditar el relato de la reconquista.
Para explicar la Alta Edad Media española, Ignacio Olagüe propone que el arrianismo y, en menor medida, el paganismo o el gnosticismo, no desaparecieron de España con la conversión del rey visigodo Recaredo.
Los cronistas árabes posteriores lo denominaron Abd Al Ramán y le atribuyeron la condición de Omeya.
Según Olagüe, hasta los años 850–851, éstos y Juan de Sevilla habrían ignorado la existencia del mismo Mahoma.
[cita requerida] Esta fusión del islam con el arrianismo daría lugar hacia el siglo X a la cultura arábigo-andaluza, un mahometanismo de tinte liberal que alcanzaría su cénit en los siglos XI y XII, antes entrar en decadencia por culpa del dogmatismo introducido por la invasión almorávide.