Esta obra, una de las más importantes del artista, desapareció al ir terminando la Segunda Guerra Mundial en 1945.
Su último dueño, Hermann Göring, la había adquirido para enriquecer su colección personal durante una exposición de arte degenerado organizada por los nazis en Múnich en 1937.
Sus cabezas se orientan hacia su derecha, sus cuerpos son robustos, «casi de anchura real».
El lado izquierdo se ocupa con un paisaje rocoso abstracto en tonos amarillos, marrones y rojos dominado por un arcoíris estriado de naranja en un cielo ambarino.
Der Turm der blauen Pferde (número de inventario 14126) se exhibió más tarde en una exposición de arte degenerado en Múnich y tras su compra se le perdió la pista, aunque hay quien dice haberlo visto.